“ | Una taberna sencilla en la que los viajeros sedientos pueden refrescarse. Aquí puedes beber cerveza y whisky. | ” |
El Saloon de Armadillo es una taberna que aparece en Red Dead Redemption, Red Dead Redemption: Undead Nightmare y Red Dead Redemption 2.
Red Dead Redemption,Red Dead Redemption: Undead Nightmare[]
Situado en Armadillo cerca de la estación del tren es un lugar frecuentado por prostitutas, bandidos y gente por el estilo. Se podría decir que es una bastión importante para la Banda de Walton y al mismo Walton Lowe se le puede ver algua vez por allí.
También es uno de los lugares donde se puede jugar al Póquer.
Ya al principio del juego, John Marston se dirige al lugar al bajar del tren en la misión Éxodo en EE.UU.. Allí se encuentra con Jake que según sus propias palabras:"Si busca compañia femenina, Armadillo no es un mal lugar" refiriéndose sobre todo al saloon.
Dentro del lugar, según avanza el juego, el jugador conseguirá una habitación en propiedad donde podrá guarda partida, cambiarse de atuendo o repostar munición.
Es uno de los lugares donde el jugador deberá ganar una pelea para ganar el logro/trofeo: "Peleando por el mundo".
El camarero del establecimiento es Dewey Greenwood y el pianista que ameniza el lugar Reid Kinsey.
Personajes que rondan en lugar[]
Algunos de los personajes que frecuentan el saloon:
- Nota: La lista no es completa.
Logros y trofeos[]
Peleando por el mundo Deja inconsciente a alguien en todas las tabernas del juego en el modo de un jugador. Tipo de trofeo: Bronce Puntos Xbox: 5 |
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Red Dead Redemption 2[]
Ambiente y clientela: "Advertencia: Cólera" lee el letrero de afuera, que le dice todo lo que necesita saber sobre el Saloon de Armadillo. Un par de borrachos adornan el porche; En el interior, las heces vueltas hacia arriba yacen en charcos de agua, mientras que los trapos viejos estofan en las mesas. El lugar parece que no ha sido limpiado en años.
Solo se suelen ver visto a dos personas aquí aparte del barman. Uno de ellos parece estar permanentemente desmayado contra una pared, o tal vez muerto.
Comida y bebida: no hay comida de la que hablar, pero cuando ingresas por primera vez, el barman me asegura que la cerveza y el whisky eran "las únicas cosas que quedan para beber en esta ciudad". Al dar un trago de cerveza, interviene de nuevo: "Debo advertirte que estoy enfermo, pero también lo están los demás por aquí".
Servicios y actividades: ninguno, y si hubiera alguno, no me quedaría gente suficiente para probarlos.