Todos somos hermanos es una misión de forastero de Red Dead Redemption 2. Aparece en el capítulo 4.
Historia[]
Después del encuentro anterior con el Hermano Dorkins, Arthur Morgan va hacia una pequeña capilla de Saint Denis. Allí se encuentra de nuevo al hermano que le presenta a la Hermana Calderón. Ésta está enseñando a un par de niños a leer y en la distracción de las presentaciones, uno de ellos roba un crucifijo a la hermana.
Morgan va detrás de él pero siendo avisado por ambos de que no le haga daño.
En su persecución, Arthur le pierde la pista y tiene que preguntar a un hombre que hay tirado en el suelo -por culpa del niño- y le indica el camino. Unos metros más adelante, otro tipo tiene agarrado al niño, acusándolo de haberle robado el reloj el sábado pasado.
A Arthur le hacen faltan un par de frases para que convenza al tipo de que suelte al niño y se largue. Una vez liberado, el muchacho da la gracias a Morgan y suelta el crucificio cogiéndolo el protagonista seguidamente.
En el camino de regreso se encuentra con Edith Downes, esposa del granjero fallecido Thomas Downes al que tiempo atrás el señor Leopold Strauss prestó dinero a un alto interés.
Ésta da corriendo parte a la policía acusándolo que la está acosando y Arthur de ve obligado a huir a través del mercado hacia la Catedral de Saint Denis esquivando guardias hasta llegar a la hermana y entregarle el crucificio la cual le estará muy agradecido ya que era un regalo de su madre de cuando era novicia.
Notas[]
- Hay que atrapar al niño en 19 segundos para conseguir la medalla de oro.